El desarollo psicológico
La edad adulta puede definirse de diversos modos. La definición legal marca una edad determinada, como los 18 años, que varía en los diferentes países. Las definiciones psicológicas consideran que la madurez mental se alcanza al lograr la capacidad para el pensamiento abstracto; la madurez emocional se logra cuando se alcanzan metas como descubrir la propia identidad, independizarse de los padres, desarrollar un sistema de valores y establecer relaciones maduras de amistad y amor. En este sentido, algunas personas jamás abandonan la adolescencia, sea cual sea su edad cronológica.
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Los pensamientos
El adolescente típico suele estar lleno de dudas. Los niños suelen tener opiniones claras acerca de todo, y esas opiniones y modo de pensar casi siempre reflejan las ideas y pensamientos de sus padres. No obstante, en la adolescencia, empiezan a cuestionar todas estas ideas, las opiniones de sus padres no les parecen tan válidas y ellos no responden a todas sus preguntas. Son conscientes de que esas son las opiniones de los demás e intentan buscar sus propias verdades, las cuales surgirán de su propio desarrollo intelectual.
El pensamiento del adolescente difiere del pensamiento del niño. Los adolescentes son capaces de pensar en términos de lo que podría ser verdad y no sólo en términos de lo que es verdad. Es decir, pueden razonar sobre hipótesis porque pueden imaginar múltiples posibilidades. Sin embargo, aún pueden estar limitados por formas de pensamiento egocéntrico, como en el caso de los niños.
Para ilustrar los pensamientos, veremos una video que nos enseña los diferentes características del pensamiento en la adolescencia.
La adolescencia es la etapa donde los jóvenes empiezan a tomar decisiones sobre su propia vida, influenciado o no por sus amigos o su familia, como empezar a fumar o beber alcohol. En efecto, casi todos han confirmado que beben o fuman desde este periodo de vida.
Este tipo de estilo de vida nos enseña que muchos adolescentes han tomado esta decisión para sentirse “más adulto” e integrarse con los demás. Entonces podemos concluir que los adolescentes están influidos por los otros pero también eligen sus propias decisiones en la vida.
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Busqueda de personalidad
Quizás la tarea más importante de la adolescencia consiste en la búsqueda de la propia identidad; es decir, la respuesta a la pregunta "quién soy en realidad". Los adolescentes necesitan desarrollar sus propios valores, opiniones e intereses y no sólo limitarse a repetir los de sus padres. Han de descubrir lo que pueden hacer y sentirse orgullosos de sus logros. Desean sentirse amados y respetados por lo que son, y para eso han de saber primero quienes son.
El niño logra su identidad mediante un proceso de identificación con los demás, haciendo suyos los valores e ideas de otros. Los adolescentes, en cambio, han de formar su propia identidad y ser ellos mismos. Uno de los aspectos más importantes de esta búsqueda de identidad consiste en decidir que profesión o carrera desean tener.
La confusión de la identidad típica de la adolescencia, los lleva a agruparse entre ellos y a no tolerar bien las diferencias, como mecanismos de defensa ante dicha confusión. A veces también muestran su confusión actuando de maneras más infantiles e irresponsables para evitar resolver conflictos o actuando de manera impulsiva y sin sentido.
Los adolescentes pueden entrar en una etapa de crisis de identidad. Durante esta etapa analizan sus opciones y buscan llegar a comprometerse con algo en lo que puedan tener. Con frecuencia, estos compromisos de carácter ideológico o personal ayudan a formar la identidad y moldean la vida en los años siguientes. El nivel de confianza que los adolescentes tengan en sus compromisos influye en su capacidad para resolver sus crisis de identidad.
Es por eso, que el psicólogo James E. Marcia clasificó a las personas en cuatro niveles de identidad:
· 1. Exclusión del adolescente
· 2. Moratoria que es una crisis sin compromiso
· 3. Logro de identidad que es una crisis que lleva al compromiso
4. Confusión de la identidad que es sin compromiso y una crisis incierta

Para concluir, la época de la adolescencia es, a nivel psicológico, una época intensa. Es una etapa de transición donde se dan muchos cambios y donde aparecen diferentes confrontaciones con todo lo nuevo: el cuerpo, nuevos pensamientos y posibilidades, pérdida de roles infantiles, etc. La aceptación del proceso comportará una salida exitosa hacia una nueva identidad adulta y madura.